Un Desafío en el Chaco Paraguayo:
Matías Carreras, un ingeniero agrónomo de 46 años, está haciendo historia en una de las regiones más desafiantes de Paraguay. Asesorando en un campo de 40.000 hectáreas cercano a Agua Dulce, una pequeña comunidad en el norte del Chaco paraguayo, Carreras está liderando una revolución productiva. La zona, a 900 km de la capital Asunción y próxima a la frontera con Bolivia, presenta un entorno casi desolado con infraestructura muy limitada.

Condiciones de Infraestructura y Acceso:
La infraestructura local es extremadamente deficiente. Los caminos son de tierra y la electricidad solo llegó a la colonia Agua Dulce en 2019 gracias a paneles solares. La distancia desde Asunción es significativa, con más de la mitad del trayecto por caminos intransitables en temporada de lluvias, lo que requiere el uso de aviones privados para acceder al campo.

Carrera Profesional y Experiencia:
Carreras, quien comenzó su carrera en 2007 en Dow y luego se unió a El Tejar en Argentina, tuvo una experiencia significativa antes de llegar a Paraguay. Su trabajo en El Tejar lo llevó a Brasil, Uruguay, Bolivia, Colombia y Paraguay, donde enfrentó el desafío de competir contra empresarios brasileños en un nuevo mercado. Tras la reducción de escala de El Tejar, Carreras se unió a Campos del Paraguay, donde desarrolló campos degradados en Paraguay y Argentina, y lideró un proyecto de producción intensiva de arroz en Paraguay.

Desarrollo en el Chaco Paraguayo:
En 2024, Carreras asumió el desafío de desarrollar un campo de 40.000 hectáreas en el Chaco paraguayo. El proyecto incluye la conversión de monte original en pasturas subtropicales y la implementación de un sistema de pastoreo rotativo. A pesar de las extremas condiciones climáticas y la falta de infraestructura, Carreras ha logrado implementar un modelo ganadero eficiente en 17.000 hectáreas de praderas, complementado con 600 hectáreas de cultivos de soja, maíz y sorgo.

Sistema Productivo y Gestión:
El terreno arenoso y los niveles de lluvia de 900 a 1.100 mm anuales son adecuados para el desarrollo ganadero. La normativa paraguaya exige mantener el 50% del monte original, lo que Carreras ha respetado al implantar pasturas como el pasto Tanzania y Brachiaria brizantha. La producción de carne alcanza los 250 kilos por hectárea, con una cría integrada de 12.000 vientres de ganado blanco con sangre Brahman. La tasa de preñez es del 80-90%, y el destete alcanza el 80-85%.

Innovación y Desafíos Humanos:
Carreras ha enfrentado no solo desafíos técnicos sino también humanos. La gestión del equipo y la integración de servicios como escuelas y viviendas en el campo han sido cruciales para el éxito del proyecto. La necesidad de desarrollo humano y la mejora en la comunicación con el personal han sido clave para optimizar la producción y crear un entorno de trabajo eficaz.

Futuro y Potencial de la Región:
A pesar de las limitaciones, Carreras ve un gran potencial de crecimiento en la región. Su enfoque innovador y su capacidad para superar las adversidades han establecido un nuevo estándar en la producción ganadera en el Chaco paraguayo. El éxito de este proyecto demuestra que, incluso en las condiciones más difíciles, es posible lograr resultados excepcionales con visión y dedicación.