
Descubriendo las ondas invisibles en la atmósfera tras el paso del huracán Helene
17/12/24 – 19:05 P.M
Un fenómeno inesperado en la atmósfera superior
En septiembre de 2024, el huracán Helene azotó Florida con lluvias torrenciales y vientos fuertes. Sin embargo, su impacto no se limitó a la superficie. La Estación Espacial Internacional (ISS, por sus siglas en inglés) detectó ondas atmosféricas invisibles a simple vista, atravesando la mesosfera a 55 millas de altura, demostrando que las tormentas terrestres también influyen en las capas más altas de la atmósfera.
Ondas atmosféricas y su conexión con los huracanes
Estas ondas no son una anomalía relacionada con el espacio-tiempo, como las que predijo Einstein, sino perturbaciones provocadas por fenómenos meteorológicos extremos, como huracanes. Según Michael Taylor, científico de la NASA, esta observación abre nuevas perspectivas sobre cómo las tormentas pueden afectar incluso las regiones más remotas de la atmósfera.
El papel clave del instrumento AWE
El descubrimiento fue posible gracias al instrumento de Ondas Atmosféricas (AWE, por sus siglas en inglés), instalado en la ISS en 2023. Diseñado para monitorear el «resplandor atmosférico», AWE capturó patrones ondulados generados por Helene, extendiéndose desde la costa de Florida hacia el oeste, mucho más allá de la zona principal del huracán.
Impacto de las ondas en la mesosfera
La mesosfera, situada entre 50 y 90 kilómetros de altitud, se considera una de las capas más desconocidas de la atmósfera. Estas ondas, aunque imperceptibles para el ojo humano, son importantes para entender cómo los eventos climáticos en la superficie pueden alterar la estabilidad del aire a grandes altitudes.
Consecuencias para los satélites y la tecnología espacial
Las ondas detectadas por AWE pueden influir en la densidad del aire en la mesosfera, lo que genera resistencia inesperada para los satélites en órbita. Incluso un leve cambio en estas condiciones puede afectar la seguridad y el funcionamiento de los dispositivos espaciales, subrayando la importancia de monitorear estas alteraciones.
Innovación en meteorología espacial
El AWE y otros instrumentos, como el Mapeador Avanzado de Temperatura Mesosférica (AMTM), están aportando datos cruciales sobre la interacción entre el clima terrestre y la atmósfera superior. Estas herramientas permiten detectar patrones sutiles que, anteriormente, pasaban desapercibidos.
La interconexión entre tormentas y tecnología
Huracanes como Helene no solo causan devastación en la superficie, sino que también generan perturbaciones que pueden impactar sistemas tecnológicos esenciales, como satélites de comunicación y navegación. Este descubrimiento refuerza la idea de que el clima terrestre y el espacio están profundamente conectados.
Nuevas herramientas para mejorar los pronósticos
Los datos recopilados por AWE y AMTM ayudarán a los meteorólogos y científicos a prever cómo las tormentas intensas podrían afectar la atmósfera superior. Esto permitirá a los operadores de satélites implementar estrategias para minimizar riesgos y proteger sus equipos.
Hacia un futuro de mayor comprensión atmosférica
Cada observación registrada por AWE y AMTM amplía el conocimiento sobre las interacciones entre la mesosfera y los eventos climáticos. Esto no solo beneficia a la comunidad científica, sino que también tiene implicaciones prácticas para la tecnología en órbita y las comunicaciones globales.
La ISS como una ventana al clima invisible
La Estación Espacial Internacional sigue demostrando su valor como laboratorio orbital. Desde su perspectiva única, es capaz de detectar fenómenos que no pueden observarse desde la superficie, ofreciendo nuevas herramientas para entender el complejo sistema climático de nuestro planeta.
Fuente: earth.com
Foto: Tribuna Abierta