04/06/24 – 22:50 P.M.
La ciudad más poblada de América del Norte está en apuros, enfrentando una crisis que los expertos consideran inédita. Los embalses de agua en la Ciudad de México han alcanzado niveles mínimos este mes, mientras el sistema de agua de Cutzamala, vital para la ciudad, está al 30% de su capacidad normal. Los acuíferos subterráneos, que suministran el 60% del agua, están sobreexplotados.
Si no llueve pronto, el temido «Día Cero», cuando los niveles del sistema Cutzamala ya no puedan abastecer a los 22.5 millones de residentes, podría ocurrir en junio.
La sequía prolongada y una ola de calor sin precedentes han exacerbado los problemas hídricos en la capital mexicana. Este fenómeno climático, combinado con la evaporación y la desecación excesiva, está afectando gravemente el suministro de agua.
Aunque estos desafíos no son nuevos, la falta de planificación y visión de futuro ha contribuido a la crisis actual, según los expertos. La Ciudad de México enfrenta problemas estructurales a largo plazo, incluyendo una infraestructura de tuberías obsoletas que pierden el 40% del agua en tránsito.
Las consecuencias de una posible escasez de agua van más allá de la sed de las personas. Impactarán la salud pública, el empleo y el turismo. La interrupción del suministro de agua podría exponer a la población a sustancias nocivas y afectar a industrias como la agricultura y el embotellado.
Además, la falta de agua afectará de manera desigual a las comunidades, exacerbando las divisiones socioeconómicas existentes. En situaciones de crisis, los más afectados suelen ser los más desfavorecidos, lo que resalta las disparidades socioeconómicas en el acceso al agua.
Fuente: SBS News
Foto: Pixabay-Unsplash