19/09/24 – 10:15 A.M
En el año 2022, un equipo de investigadores logró captar las vibraciones de Pando, la colonia clonal más grande del planeta. Este impresionante organismo, que pesa 6.000 toneladas y se extiende a lo largo de 43,6 hectáreas, está compuesto por unos 47.000 álamos temblones interconectados a través de sus raíces en el Bosque Nacional de Fishlake, en Utah, Estados Unidos. Desde su identificación en 1976, Pando ha sido objeto de numerosos estudios que buscan comprender su singular naturaleza y características.
Uno de los estudios más intrigantes se realizó hace dos años, centrado en descubrir el sonido de esta enorme colonia. La grabación se efectuó durante una tormenta eléctrica en julio de 2022, colocando un hidrófono en contacto con las raíces de uno de los álamos de Pando. El registro de estas vibraciones puede escucharse en el enlace proporcionado, revelando cómo este ser vivo reacciona a los movimientos ambientales.
«Comparamos el sonido perceptible de las hojas con grabaciones realizadas mediante hidrófonos conectados al sistema de raíces del árbol. Este doble paisaje sonoro muestra que el movimiento de las hojas genera vibraciones que se propagan por todo el organismo, desde sus ramas hasta su base. . Las grabaciones indican que el complejo sistema de raíces interconectado del bosque posee una gran resonancia, lo que abre oportunidades para futuras investigaciones», escribieron Jeff Rice y Lance Oditt en su artículo publicado en la revista
The Journal of the Acoustical Society of America .
Oditt, quien además lidera la asociación Amigos de Pando, señaló en la presentación del proyecto en 2023 que estos hallazgos son muy prometedores. «Aunque el proyecto nació como una iniciativa artística, pronto descubrimos su enorme potencial científico. El viento, convertido en vibración y transmitido por el sistema de raíces, podría ayudar a entender el funcionamiento interno del vasto sistema hidráulico oculto de Pando de manera no invasiva» .
Para llevar a cabo el experimento, Jeff Rice, artista sonoro, colocó el hidrófono dentro de una cavidad en la base de una rama sin esperar mucho resultado. «Los hidrófonos no sólo detectan sonidos en el agua, sino que también captan vibraciones en superficies como las raíces. Cuando puse los auriculares, me sorprendí al escuchar algo. Había un sonido sutil», relató durante la 184ª Reunión de la Sociedad Acústica de América.
Según Rice, los sonidos capturados no sólo son fascinantes, sino que además tienen un uso práctico significativo, ya que pueden emplearse para monitorear la salud de un ecosistema completo. Este experimento pionero abre la puerta a nuevas formas de estudio y comprender la dinámica interna de Pando y otros sistemas ecológicos a través de sus vibraciones.
Fuente: EL DEBATE
Foto: Tribuna Abierta