21/08/24 – 20:30 P.M
El gobierno de Brasil ha decidido endurecer las normativas para los viajeros que llegan al país en tránsito, con el objetivo de frenar lo que describen como un uso «abusivo» de las solicitudes de asilo. A partir del próximo lunes, los pasajeros que desembarquen en los aeropuertos brasileños sin un visado de entrada, y que se encuentren en tránsito hacia otros destinos, estarán obligados a continuar su viaje o regresar a sus puntos de origen, según informaron las autoridades migratorias.
Estas nuevas reglas buscan impedir que los viajeros que inicialmente planeaban simplemente hacer una conexión en Brasil decidan desistir de su vuelo de conexión, permanezcan en el aeropuerto y luego soliciten asilo para poder ingresar al país. El Ministerio de Justicia de Brasil ha defendido la legalidad de esta medida, argumentando que es una respuesta necesaria para combatir el tráfico de personas y proteger el acceso al refugio para aquellos que realmente demuestren un interés genuino en solicitar protección internacional.
En la actualidad, 481 personas se encuentran en el área restringida del aeropuerto internacional de Guarulhos en São Paulo, el mayor del país, esperando que sus solicitudes de asilo sean procesadas. Estas solicitudes serán tramitadas si se realizan antes del lunes, cuando la nueva política entre en vigor. Sin embargo, aquellos que lleguen después de esa fecha se verán obligados a continuar su viaje o regresar a su país de origen, sin la posibilidad de solicitar asilo en Brasil.
La Policía Federal de Brasil ha realizado investigaciones que revelan que las organizaciones criminales están aconsejando a los migrantes, en su mayoría provenientes de países asiáticos, que soliciten refugio como una alternativa indebida al visado de entrada. Esto ha llevado a un drástico aumento en el número de peticiones de asilo presentadas en el aeropuerto de Guarulhos. Según las estadísticas oficiales, las solicitudes pasaron de 69 en 2013 a 4.239 en 2023, y a 6.329 entre enero y agosto de este año.
A pesar del elevado número de solicitudes, las autoridades han señalado que muy pocos de estos solicitantes parecen estar interesados en establecerse en Brasil. De los 8.300 pedidos registrados desde 2023, apenas 117 personas han solicitado el Registro Nacional Migratorio, un documento necesario para acceder a servicios públicos como salud y educación en Brasil. Esto sugiere, según las investigaciones, que la verdadera intención de la mayoría de los solicitantes no es vivir en Brasil, sino utilizar el país como un punto de tránsito para continuar su camino hacia Estados Unidos o Canadá de manera irregular.
En varias ocasiones durante los últimos dos años, cientos de migrantes han permanecido durante semanas en el aeropuerto de Guarulhos, viviendo en campamentos improvisados y sin las mínimas condiciones de higiene, mientras esperaban que las autoridades tramitaran sus solicitudes de asilo. Entre estos migrantes se encuentran familias afganas que huyeron de su país tras la toma de poder por parte de los talibanes, buscando desesperadamente una oportunidad para empezar una nueva vida en otro lugar.
Las nuevas medidas impuestas por el gobierno brasileño han suscitado preocupaciones entre las organizaciones de derechos humanos, que temen que la restricción de las solicitudes de asilo en tránsito pueda dejar a muchas personas vulnerables sin la protección que necesitan. No obstante, las autoridades insisten en que estas reglas son necesarias para mantener la integridad del sistema de asilo y asegurar que aquellos que realmente necesitan protección puedan recibirla.
Fuente: Infobae
Foto: Tribuna Abierta