Reducción del colágeno con la edad
Con el tiempo, la producción de colágeno en el cuerpo disminuye tanto en cantidad como en calidad. Se estima que a los 40 años, el organismo produce solo la mitad del colágeno que generaba en la adolescencia. Esto se manifiesta en la piel, que pierde firmeza y elasticidad, y en el debilitamiento de los cartílagos.

Consumo de colágeno para combatir el envejecimiento
A pesar de que el cuerpo sigue produciendo colágeno, su cantidad y calidad se deterioran con los años. Por esta razón, se ha popularizado el consumo de colágeno en diversas formas, como polvo, cápsulas bebibles o masticables, para intentar aumentar sus niveles en el cuerpo y contrarrestar los signos de envejecimiento en la piel. Sorprendentemente, también existen recetas caseras para extraer colágeno de las patas de pollo.

Patas de pollo: una fuente rica en colágeno tipo II
Normalmente desechadas, las patas de pollo contienen altos niveles de colágeno que pueden ser aprovechados mediante diferentes métodos de cocción. Esta variante, conocida como “Colágeno tipo II”, es esencial para la salud de las articulaciones.

Beneficios para la piel
El colágeno extraído de las extremidades del pollo es beneficioso para la piel. Las proteínas y aminoácidos presentes ayudan a mejorar la elasticidad de la piel, reduciendo la aparición de arrugas y líneas finas, algo especialmente importante a medida que la producción natural de colágeno disminuye con la edad.

Mejora en las articulaciones
Otro beneficio significativo del colágeno de las patas de pollo es su impacto positivo en las articulaciones. Este compuesto favorece la regeneración de cartílagos y reduce la inflamación, crucial para personas con artritis o desgaste articular. Estudios han demostrado que el consumo regular de colágeno puede disminuir el dolor y mejorar la movilidad.

Beneficios digestivos y más
El colágeno de las patas de pollo también aporta beneficios a nivel digestivo. Los aminoácidos presentes, como la glicina, ayudan a reparar y mantener el revestimiento intestinal, lo que es especialmente útil para personas con problemas digestivos como el síndrome de intestino permeable. Además, esta variante fortalece el cabello y las uñas, proporcionando fuerza, crecimiento y elasticidad.

Cómo incorporar colágeno de patas de pollo en la dieta
Existen varias maneras de incorporar el colágeno de patas de pollo en la dieta. Uno de los métodos más populares es la preparación de caldo de huesos, que consiste en hervir las patas de pollo durante varias horas. Este caldo puede consumirse directamente o utilizarse como base para sopas y guisos.