Tom Waddington se ha propuesto cruzar el océano Atlántico remando solo, pero el domingo encontró mucha compañía en el mar cuando una manada de ballenas piloto se agolpó a su alrededor. Lo siguieron durante horas, pasando de ser unos pocos animales juguetones a cientos de criaturas grandes. Al menos una chocó contra su pequeño bote.

Las ballenas sacaron sus cabezas por encima de la superficie y parecieron jugar juntas, deambulando de un lado a otro, mientras Waddington, que está remando unas 2.000 millas náuticas desde la costa de Terranova hasta Penzance, en el Reino Unido, observaba con asombro.

“Es genial”, dijo Waddington mientras grababa un video de las payasadas de las ballenas. Entre risas, agregó: “Me encanta, pero me da miedo que me golpeen el timón”. Aunque salió ileso, Waddington se mostró consciente de los riesgos que mamíferos de miles de libras pueden representar para su bote y su equipo en un viaje en solitario sin apoyo.

“Estaban jugando y se metían debajo del bote y yo estaba tomando videos”, dijo en Facebook e Instagram, describiendo a cientos de ballenas a su alrededor. Entonces, una de las ballenas se estrelló contra el costado de su bote ligero. “Y pensé: Dios mío. Y de repente, pasó de David Attenborough a Moby Dick. Y me asusté muchísimo”.

El equipo de Waddington en tierra cree que los mamíferos juguetones son ballenas piloto de aleta larga, conocidas por vivir en el Atlántico Norte y ser muy sociales, viviendo en grandes cardúmenes de cientos de animales separados en grupos muy unidos de 10 a 20 individuos, según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica.

Las ballenas aparecieron en un momento en el que Waddington se sentía un poco deprimido, después de una mañana llena de lluvia. “Qué regalo tan especial”, dijo en el video. “He visto muchas ballenas, pero solo vinieron a saludar”.

Cuando llegó el momento de despedirse de sus visitantes, Waddington no estaba seguro de cómo hacerlo. Intentó gritar un poco y chapoteó con los remos. Viró hacia el norte, pero las ballenas lo siguieron y, durante más de dos horas, pareció que seguían apareciendo más ballenas.

Waddington, que trabaja como instructor de esquí, está remando a través del océano para recaudar fondos para Mind, la organización benéfica británica de salud mental dirigida por el actor Stephen Fry. Waddington calcula que más de 1.000 ballenas nadaron con él. Para pedir consejo, llamó a su entrenador, Charlie Pitcher, quien ha remado a través del Atlántico.

“Él me dijo que lo mejor que podía hacer era quedarse callado y quieto, que es exactamente lo opuesto a lo que yo había hecho antes”, dijo. Finalmente, las ballenas abandonaron el barco y a su único ocupante con una rara historia sobre el cruce de los Grandes Bancos, la gran pesquería en el borde de la plataforma continental de América del Norte.

“Fue absolutamente increíble”, dijo Waddington.

El encuentro no causó daños al barco ni a su avance en aguas abiertas. Entre vientos y olas favorables y lo que Waddington llamó “adrenalina impulsada por ballenas”, su barco avanza a buen ritmo, agregó. Se puede seguir su viaje en línea.