Frente a las costas de Estados Unidos, un hallazgo sin precedentes ha sorprendido a la comunidad científica: el avistamiento de un tiburón blanco macho, apodado «Contender», que se ha convertido en el más grande jamás registrado en el Atlántico Noroeste.
Un Gigante del Océano
El tiburón, que mide 4,2 metros de largo y pesa aproximadamente 750 kilos, fue avistado por un equipo de OCEARCH, una organización dedicada al estudio de grandes depredadores marinos. Este impresionante hallazgo se realizó a más de 70 kilómetros de la frontera entre Georgia y Florida, el 17 de enero de 2025.
Significado del Descubrimiento
“Los tiburones blancos machos suelen alcanzar la madurez sexual a los 26 años, con una longitud media de 3,5 metros. Ver uno tan de cerca fue extremadamente emocionante”, comentó el veterinario jefe de OCEARCH. Aunque las hembras pueden llegar a medir hasta seis metros, un macho de este tamaño es una verdadera rareza.
La Importancia del Marcaje
El marcaje de «Contender» con una etiqueta satelital SPOT es un avance crucial para entender las rutas migratorias y áreas de reproducción de esta especie, que está clasificada como vulnerable. Gracias a esta tecnología, los científicos pueden rastrear en tiempo real los movimientos del tiburón, recopilando datos esenciales para su conservación.
Riesgo de Extinción
Según la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), el tiburón blanco enfrenta un alto riesgo de extinción en estado silvestre debido a la sobrepesca y la captura incidental en pesquerías. Además, su demanda en el mercado negro para obtener dientes, mandíbulas y aletas contribuye a su disminución.
El tiburón blanco también está incluido en el Apéndice II del Convenio sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES), lo que implica que su comercio debe ser controlado para evitar su utilización incompatible con la supervivencia de la especie.
Avances en la Investigación
Desde su avistamiento, «Contender» ha recorrido aproximadamente 470 kilómetros, y su última señal fue detectada cerca de las costas de Orlando, Florida. Este seguimiento no solo es crucial para su protección, sino también para la investigación científica que busca entender mejor la biología y comportamiento de los tiburones blancos.
El descubrimiento de «Contender» no solo es un hito en la historia de la biología marina, sino que también resalta la importancia de la conservación y el estudio de especies en peligro. La colaboración entre organizaciones como OCEARCH y la comunidad científica es vital para asegurar un futuro para estas majestuosas criaturas del océano.
Fuentes: