¿Amas a la persona que conociste al principio o a quien es hoy? El dilema que puede cambiar tu relación


El dilema emocional que propone Walter Riso
El psicólogo y escritor Walter Riso plantea una pregunta tan simple como incómoda: “¿Estás enamorado de quien conociste al principio o de quien es hoy?”. Esta reflexión, difundida recientemente en sus redes sociales, ha generado un fuerte impacto entre quienes atraviesan crisis de pareja o dudas emocionales.

Según Riso, muchas personas permanecen en relaciones no por amor genuino, sino por el recuerdo de una versión pasada de su pareja. Aferrarse a esa imagen idealizada puede ser un mecanismo de autoengaño que impide ver la realidad del vínculo actual.

El peligro de amar una versión pasada
Este fenómeno, común en relaciones largas, puede ser el inicio de una desconexión emocional profunda. Idealizar a la pareja es natural en las primeras etapas, cuando las emociones son intensas y se proyectan expectativas. Pero con el paso del tiempo, esa imagen puede no corresponder con la persona real de hoy.

El problema no radica en que la otra persona haya cambiado, sino en que nuestra expectativa se haya quedado estancada en el pasado. Esto puede generar frustración, decepción o incluso indiferencia.

La limerencia y la ilusión del amor eterno
En psicología existe un concepto llamado “limerencia”: un estado de enamoramiento intenso, obsesivo e idealizado que puede confundirse con amor verdadero. La limerencia suele desaparecer entre los seis meses y dos años de relación, momento en que se hace necesario construir un vínculo basado en la realidad, y no solo en la emoción.

Cuando esta transición no ocurre, uno o ambos miembros de la pareja pueden quedarse atrapados en una imagen del pasado, incapaces de aceptar al otro con sus cambios, defectos o evolución.

Lo que dicen otros expertos
La psicóloga Marta Martín señala que muchas personas eligen pareja basándose únicamente en la atracción inicial o la compatibilidad emocional, sin considerar aspectos racionales fundamentales como los valores compartidos, la visión de futuro o la capacidad de resolver conflictos.

Para ella, las relaciones sólidas se construyen sobre una base de conocimiento mutuo, aceptación consciente y madurez emocional. Eso requiere amar no solo al recuerdo, sino también a la persona presente, con todas sus transformaciones.

Reflexionar para actuar
Reconocer que la relación ya no es la misma no implica necesariamente que esté rota. Puede ser la oportunidad para reconstruir el vínculo desde un nuevo lugar: con más realismo, menos expectativas irreales y un mayor compromiso con lo que ambos son hoy.

La pregunta de Walter Riso, entonces, no busca destruir relaciones, sino ponerlas a prueba. Invita a mirar al otro —y a uno mismo— con honestidad emocional y tomar decisiones basadas en el presente, no en una versión idealizada del pasado.


Fuentes:

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