El Gobierno de Texas utiliza altavoces para alertar a los migrantes que se encuentran en las orillas del río Bravo/Grande sobre la presencia de drones que rastrean activamente los datos biométricos de las personas, con el fin de disuadirlos de intentar destruir el cerco metálico rodeado de púas.

Desde el pasado 22 de marzo, los agentes estatales han colocado una bocina en la parte superior de una unidad militar, transmitiendo diversos mensajes para prevenir el cruce irregular de migrantes, luego de que 222 migrantes fueran detenidos el 21 de marzo por participar en «disturbios fronterizos».

A pesar de que al cruzar el río los migrantes ya están en Estados Unidos, el gobierno de Texas busca evitar que se entreguen a la Patrulla Fronteriza del Sector El Paso y sean procesados, manteniendo la vigilancia constante en la frontera con agentes junto a los rollos de púas, en unidades, helicópteros y drones.

Los mensajes transmitidos incluyen advertencias sobre la ilegalidad de cruzar la frontera en cualquier lugar que no sea un puerto de entrada, así como la implicación de que cualquier solicitud de asilo realizada de manera ilegal será tratada como falsa.

Inicialmente, los mensajes eran emitidos por un agente de la Guardia Nacional de Texas, pero actualmente son transmitidos por una unidad militar en movimiento, dirigida hacia los campamentos de migrantes o áreas donde hay un mayor intento de cruzar el cerco de alambre.

Las advertencias también informan a los migrantes que, si su solicitud de asilo es denegada, no podrán intentarlo nuevamente durante cinco años, pero si cruzan legalmente, tendrán la oportunidad de presentar más pruebas y hacer un nuevo intento.

El 21 de marzo, cientos de migrantes derribaron el alambre de púas instalado por el Estado de Texas para llegar hasta la puerta del muro fronterizo, lo que resultó en la detención de 222 personas, algunas de ellas acusadas de «disturbios fronterizos» y agresión a agentes de la Guardia Nacional.