El alcalde de la ciudad de Nueva York, Eric Adams, lamentó profundamente el asesinato del oficial del NYPD, Jonathan Diller, en un reciente incidente en Far Rockaway, Queens. En una conferencia de prensa, Adams expresó su pesar por la pérdida de Diller, quien deja atrás a su esposa y a su hijo de casi un año de edad. Sin embargo, el alcalde también aprovechó la ocasión para hacer un llamado urgente a revisar el sistema de justicia y tomar medidas más enérgicas contra los delincuentes peligrosos.

«Es importante sacar a los malos de las calles», enfatizó Adams durante la conferencia de prensa. Se refirió al caso de Guy Rivera y Lindy Jones, dos individuos con un historial delictivo extenso, identificados como sospechosos en el asesinato del oficial Diller. Adams advirtió que si el sistema de justicia permite que estos criminales reincidan, la comunidad seguirá enfrentando una amenaza constante.

Adams también señaló otros incidentes recientes de violencia en la ciudad, incluyendo un ataque a una oficial de policía en una estación de tren y un incidente en el metro donde un hombre fue empujado a las vías. Destacó que la violencia en la ciudad tiene raíces en problemas como la reincidencia, enfermedades mentales graves y actos aleatorios, y subrayó la necesidad de abordar estos problemas de manera efectiva.

A pesar de los recientes actos de violencia, Adams negó que la ciudad esté fuera de control y destacó los esfuerzos continuos de la administración municipal y la policía para mantener la seguridad. Sin embargo, reconoció la gravedad del desafío y la necesidad de tomar medidas decisivas para proteger a los ciudadanos.

El Defensor del Pueblo, Jumaane Williams, también expresó su preocupación por la violencia armada en la ciudad y rindió homenaje al oficial Diller por su valentía y servicio público. Instó a la comunidad a unirse en solidaridad y a trabajar juntos para abordar este problema persistente y devastador.

En conclusión, el asesinato del oficial Diller ha puesto de relieve la urgente necesidad de abordar la violencia y el crimen en la ciudad de Nueva York. Tanto el alcalde Adams como el Defensor del Pueblo Williams están comprometidos a tomar medidas significativas para garantizar la seguridad y protección de todos los neoyorquinos.