08/07/24 – 14:15 P.M
Aunque las muertes por COVID-19 han incrementado en Estados Unidos, los números no son tan altos como en años anteriores.
Incremento en visitas a emergencias y muertes
Datos recientes de agencias federales de salud, especialmente los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), indican un aumento tanto en las visitas a salas de emergencia como en las muertes atribuidas a COVID-19 en diversos estados. Según los datos publicados el 1 de julio, las visitas a los departamentos de emergencia han subido un 23%, reflejando una tendencia al alza desde principios del verano. Se ha observado un resurgimiento en estados como Hawái y, en menor medida, Arizona, Nuevo México, Florida y Washington.
El porcentaje de visitas a salas de emergencia diagnosticadas como positivas para COVID-19 fue de 0.9%, según el último reporte de los CDC, con cifras de la semana del 22 de junio, la última disponible. Los datos señalan que, aunque el número total de casos podría no abrumar los sistemas de salud, el virus continúa circulando e impactando a las comunidades. Este aumento se produce en medio de los esfuerzos continuos para manejar y mitigar la propagación del virus, a pesar de la disponibilidad de vacunas y la exposición previa al virus entre una parte significativa de la población.
Además del incremento en las visitas a las salas de emergencia, también ha habido un salto del 14% en las muertes relacionadas con COVID-19. Aunque cualquier aumento en las tasas de mortalidad es preocupante, es esencial contextualizar estos números. A diferencia de los picos de la pandemia, especialmente durante el invierno de 2020 y principios de 2021, el número absoluto de muertes sigue siendo menor.
Este aumento en las muertes refleja un aumento porcentual en lugar de un retorno a las tasas alarmantes de mortalidad observadas anteriormente. Sin embargo, subraya la amenaza continua que representa el coronavirus, especialmente para poblaciones vulnerables como los adultos mayores y aquellos con condiciones de salud subyacentes.
¿Por qué están incrementando los casos?
Nuevas variantes
Varios factores contribuyen al reciente aumento de casos de COVID-19, visitas a salas de emergencia y muertes. En primer lugar, existen nuevas variantes, como las cepas KP.3 y KP.2, que han facilitado la propagación de la enfermedad. Estas variantes, aunque no necesariamente más severas en sintomatología, pueden potencialmente evadir la inmunidad adquirida por infecciones previas o vacunas.
Variaciones estacionales y factores conductuales
En segundo lugar, se han observado variaciones estacionales en los patrones de transmisión de COVID-19, con los meses más cálidos tradicionalmente viendo menores conteos de casos. Sin embargo, el reciente repunte en verano indica que la dinámica de transmisión de COVID-19 puede no depender únicamente de factores ambientales, sino también de factores conductuales y epidemiológicos. Grandes aglomeraciones de personas, una reducción en la adherencia a medidas preventivas como el uso de mascarillas, y patrones de viaje también son factores que contribuyen al resurgimiento actual observado en múltiples estados.
Medidas preventivas recomendadas
Importancia de la vacunación
En respuesta a las tendencias epidemiológicas actuales, las agencias de salud pública como los CDC resaltan la importancia de la vacunación y la adherencia a medidas preventivas. La vacunación sigue siendo una herramienta crítica para reducir la enfermedad grave, las hospitalizaciones y las muertes por COVID-19, a pesar de la naturaleza evolutiva de las variantes del virus. Los CDC recomiendan dosis de refuerzo para individuos elegibles para mejorar la inmunidad contra las variantes circulantes y mitigar el riesgo de infecciones que puedan llevar a resultados severos.
Medidas preventivas clave
Las medidas preventivas clave para la COVID-19 incluyen el uso de mascarillas en espacios públicos cerrados y cuando no se puede mantener la distancia física adecuada; lavarse las manos frecuentemente con agua y jabón durante al menos 20 segundos; usar desinfectante de manos a base de alcohol si no hay agua disponible; mantener una distancia física de al menos 1 metro con personas que no sean del mismo hogar; evitar las aglomeraciones y los espacios cerrados mal ventilados; y practicar la etiqueta respiratoria al toser o estornudar cubriéndose con el codo o un pañuelo desechable.
Además, se pide a los sistemas de salud mantener la preparación y la capacidad para manejar posibles olas de casos de COVID-19. Esto incluye un adecuado personal, disponibilidad de suministros médicos y mensajes continuos de salud pública para promover protocolos de prueba, aislamiento y cuarentena. Los esfuerzos mejorados de vigilancia y recolección de datos también son fundamentales para monitorear las tendencias del virus, identificar puntos críticos emergentes e informar intervenciones dirigidas para frenar la transmisión.
Fuente: EL PAÍS
Foto: Unsplash