El Templo Satánico ha aprovechado una nueva ley de Florida que permite la presencia de capellanes voluntarios en las escuelas públicas del estado. Esta normativa, firmada por el gobernador Ron DeSantis, ha provocado un intenso debate sobre la libertad religiosa y la separación entre iglesia y estado. A través de un comunicado en Facebook, el Templo Satánico anunció que sus capellanes ahora pueden servir en las escuelas públicas de Florida gracias a esta ley.
El gobernador DeSantis, quien promulgó la ley HB931 en abril de 2024, reaccionó fuertemente a este anuncio, declarando: “No estamos jugando esos juegos en Florida. Eso no es una religión”. La ley HB931 permite que capellanes voluntarios ofrezcan apoyo y servicios a los estudiantes, con el consentimiento de los padres, quienes pueden elegir entre una lista pública de capellanes y sus afiliaciones religiosas. Esta ley es parte de un paquete de casi 180 nuevas resoluciones que entraron en vigor el 1° de julio de 2024.
Penemue Grigori, director de ministerios del Templo Satánico, comentó en un correo electrónico al USA Today Network que sus ministros esperan participar en oportunidades para hacer el bien en la comunidad, en igualdad de condiciones con los clérigos de otras religiones. La Primera Enmienda de la Constitución de los EE.UU. prohíbe al Congreso aprobar leyes que establezcan una religión oficial o restrinjan el ejercicio de una religión específica, principio que el Templo Satánico ha utilizado para desafiar normativas similares.
La respuesta a esta movida ha sido mixta. Mientras algunos ven la participación del Templo Satánico como una defensa de la igualdad religiosa y la separación entre iglesia y estado, otros la consideran una provocación. Los partidarios del Templo Satánico argumentan que cualquier aplicación de la ley debe ser inclusiva y no discriminatoria, subrayando que la organización está reconocida por el IRS como una organización religiosa exenta de impuestos.
El caso del Templo Satánico en Florida podría establecer un precedente significativo para futuras disputas sobre la libertad religiosa en las instituciones públicas. La ley HB931, diseñada para permitir la presencia de capellanes en las escuelas, abre la puerta a una variedad de interpretaciones y desafíos legales, reflejando una lucha más amplia en los EE.UU. sobre el lugar de la religión en el espacio público.
Fuente: La Nación